miércoles, 9 de septiembre de 2015


Qué putada que te partan el corazón cuando eres una niña y que lo haga la persona a la que más quieres, con la que mejor te sientes y en la que confías a ciegas. 

Porque creces, maduras, vives, compartes, superas... ¿superas?
pero cada vez que te asomas a algo que se parezca, aunque solo sea un poquito, a sentirte enamorada sientes que vas a meterte en la jaula...
 TU JAULA...
Y si aún encima eres un pájaro...

Todo coincide, pienso en imágenes, y  hoy de nuevo, sin saber muy bien porqué, encerré al diamante mandarín que vivía en el despacho haciendo nidos y cagando libros.

 Lo siento,  hijo de Ulises, de verdad, pero refiero encerrarte a ti y no andar limpiando tu mierda, que a mi corazón y tener que limpiar la mía.

Me gustaba esta canción antes de saber el significado de su letra. 
Hoy la uso para desprenderme y salir, antes de haber entrado, de mi jaula.

Por cierto, el lágrimaslilas hace meses que deberían haber cambiado el fondo gris por otro más luminoso, pero no tengo tiempo para nada que no sea estar con A y B. 






miércoles, 3 de diciembre de 2014






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De cómo el corazón de una madre vuela solo, como, cuando y a donde le da la gana


Vuelo número 1

La noche que se fue habíamos puesto el despertador para las cuatro y media de la madrugada. Era un martes. Desde aquel día, sin  saber porqué, todo los martes me despertaba a esa hora con una extraña sensación de felicidad, que en principio atribuí a las cuatro horas que todavía me quedaban de descanso. Como tengo la suerte de solo dormir entre cuatro a seis horas, ese despertar me traía de regalo mucho más de la mitad de una cualquiera de mis noches. Una auténtica fiesta. Así, cada martes a las 4:30, me sentía como de festivo y sin agobios en la web.
Pero no tardé mucho en descubrir que aquella dulce alegría procedía de otro lugar. Porque al quinto martes, mientras mis ojos se abrían y mi cuerpo se incorporaba buscando el móvil para ver la hora, pude atrapar el sueño que me habitaba. Y es que en él volvía a ser aquella madrugada de agosto, justo antes de levantarme para llevarlo al aeropuerto y darle todavía unos cuantos abrazos más antes de que cruzase el charco y se asentase junto a la falla de San Ándres. No en otro sitio :)

Me faltan: su tacto y su olor. 
Me sobran: la falla de San Andrés y las noticias sobre pistoleros y armas no prohibidas.









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Vuelos número 2

Desde que duermo sin compañía, había consentido a mi cuerpo la libertad de encontrase con el sueño en cualquier lugar de la casa. La semana con A. solía dormir arriba - la habitación más cercana a la suya- y la semana sin él en la mía - la mas cercana a los amigos que me acompañan desde el ordenador-. Otras veces amanecí en el sofá de arriba, en el de abajo, en incluso en la auto. Hasta que un día descubrí que donde mejor descansaba era en el hueco que ocupaba C. antes de irse a Sevilla.  


También fue mi corazón de madre el me llevó hasta allí.

Sin preguntarme el porqué seguí abandonándome al sueño por las habitaciones vacías, menos por “la mía”.  ¡Pobre habitación! la trato como si tuviese alguna culpa... Esto es porque en ella pasé demasiadas horas enferma y muchísimas horas sola.  Pero no es eso lo que me produce ese desazón, no, si no los buenos recuerdos, tanto con J. como con A. 

Nuevo vuelo, esa vez hacia el este de mi memoria (el pasado está a la izda, al menos si estás leyendo)

 Así, con mi cuerpo de cama en cama, llegó el verano lleno de hijos y con el la mudanza de la primera casa de mi hijo mayor. Todos sus cachivaches los metimos derechitos de la auto a mi habitación. Era tan sencillo, solo había que abrir la ventana y llenar la cama y el suelo de todo tipo de objetos con los que había construido su primer y y maravilloso hogar. La entregué deliberadamente para que no hubiese revoltijo en el resto de la casa, creí. En realidad no la entregaba, la enterraba bajo los objetos cargados de ilusión de la primera casa propia de mi hijo mayor. De eso modo conjuraba, con la energía de sus jóvenes proyectos, la decadencia que la habitaba desde hacía siglos ya.

Fue con motivo de esta mudanza que uno de los colchones acabó en el suelo tras el sofá del "cine sin bombilla ni películas" y en ese colchón me dejé caer yo en vuelo rasante. 

“Una madre hippye” - dijeron ellos.

 Me preguntaron si en él descansaba y dormía bien, y A. se ofreció a cederme su cama y a dormir él allí, pero yo me negué, porque en aquel rincón, por primera vez en un año, me sentía bien.

Esta vez mi corazón de madre se había metido en el hueco que había dejado A. cuando decidió hacerse comunicador audiovisual. 

Me conté a misma, soñando, que aquello era lo más parecido al tranquilo placer de vivir de camping, escuchando al viento jugando con los árboles y las olas del mar. Lo más parecido e ese dormir con la luna encima y las gotas de la lluvia sonando tan vivas contra el techo de la auto,  a ese domir sin las alertas de una casa tan grande llena de los nuevos sonidos que nacen con la soledad, A ese dormir sin mi arma preferida y con paz.  Me lo conté una noche de hermosos sueños en lo que una María muy sabia de apellido Inconsciente le hablaba a la ignorante María Córtex Cerebral de la similitud del estar en "mi nueva habitación" con el estar en la auto. le contaba que en ambos sitios tenía una cama encerrada en una esquina amaderada bajo un trozo de cielo con cristal.  Pero la María sabia tampoco sabía la verdad, porque lo que en realidad me lleva cada noche a mi cama hippye, que ahora ha aumentado en altura con otro sobrante colchón,  es que en ella me siento sintonizada con los tres, con los que duermen y respiran al otro lado de la pared, y con él, mi niño de la otra orilla del charco, que durante años durmió donde ahora lo hago yo.





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Tercer vuelo

Mi ropa está hecha una mierda, tan mierda como se ha vuelto el mercado en el que apenas encuentro nada que valga la pena comprar. Los comercios, prohibidos para mi, mi prudencia en el gasto y sobre todo mi super ocupación, han conseguido que desgaste la ropa al mismo ritmo que consumo mis días. Así que para dormir cojo una de sus camisetas, para "entrenar" otra camiseta más, para ir la monte un jerseicito,  o una sudadera para sentirme calentita en el ordenador. Pero todo esto no es porque mi ropa esté vieja, ni por el frío, ni por sudar o tenerme que abrigar. No, lo es porque en cada una de sus cosas sigue presente su olor, el olor de su casa, el olor de esa independencia creada con valentía, ilusión y las infinitas horas grabando, tocando, editando y viajando de aquí para allá;  por el espejismo de su tacto, por los abrazos prendidos en sus mangas y por esa milésima de milisegundo que mi cerebro se engaña viéndole a él cuando nos cruzarnos con un espejo...
Y es que en tiempos de sequía tocar un gota de lluvia es como tocar el cielo.

- Mi corazón es feliz con la ilusión de su nueva vida y su nuevo trabajo. Lo merece, como todos los que fabrican su camino siguiendo los pasos de sus sueños, en este caso múltiples, como él.  Mi niño grande, ese que es capaz de todo lo que se propone e incluso de lo que no, ese que en todas partes encuentra amigos que lo quieren a rabiar,  el mismo que hoy te cuenta que ahora ya es su novia y mañana te dice que si quieres ir "a firmar unos papeles" o si te apetece llevarle al aeropuerto que se va...:) El mismo que está a la otra orilla del océano, (en otro planeta, para mi que no tengo cohete...)
Menos mal que tengo un corazón volador que sin pedirme permiso me conduce a donde siempre esté más cerca y "más mejor". 

Le he contado lo de la ropa, y de como pierde el olor a él y a su casa según la voy lavando yo, y me ha prometido que en Navidad la usará toda antes de volverse a marchar a su Silicon Valley

domingo, 21 de septiembre de 2014

Aniversario



Me di cuenta nada mas verlo, se había dado la vuelta sobre si mismo como las cintas estrechas que mi madre pespunteaba por el revés y  a las que solo se les podía voltear metiéndoles una aguja de calcetar o un ganchillo, dependiendo del tamaño de la cinta. Hacerlo requería poseer una gran habilidad y mucha paciencia. De pequeña nunca lo hice bien,  me temo que de mayor tampoco.

- Ya no está – sentí-  Ya no está ni en su mirada.  Se ha ido, se ha ido  del todo…Volcado hacia dentro como una cinta de las que nunca supiste voltear. –escuché como mi corazón le decía a mi oído mientras mi mente procesaba la palabra amputación y mi estómago se retorcía con dolorosas punzadas.

Hasta ese momento yo  esperaba que todo aquello solo fuese un descanso a la desesperación, un duro y terrible tiempo muerto en el que encontrar algún camino,  algún modo de volver a acercarnos, para irnos o quedarnos, pero con el cariño que merecemos el uno de la otra y la otra del uno.

Su mirada era de hielo, gélida, rígida, distante…impactante. Sentado frente a mi, por primera vez desde que se llevó sus cosas,  percibí su cuerpo como un butacón  abandonado a la puerta de una casa en ruinas y  su corazón como un armario empotrado arrancando de su lugar salvajamente. Viéndolo frente a mi, a pesar de la mirada de hielo dada la vuelta,  reconocí las ropas viejas e inútiles de las que no se había podido desprender y los labios del hombre con el que compartí más que mi vida.

De pronto sus labios dejaron de serlo para convertirse en caño del que manaban palabras que me negaban cualquier posibilidad de acercamiento; también me decían que ellas, a nosotros,  ya no nos servían para nada. Las palabras eran frías sí, como el agua de una fuente, pero nada que ver con lo que desprendían aquellos ojos, ellos solos me enseñaron la dimensión de lo que sucedía en las profundidades de aquel abismo: hielo, piedra, estalagmitas... El dolor en estado puro calcificándose en coraza. Y yo era la que lo había provocado, decía aquella mirada.
Yo a él, sí, y él a mi, en viceversa contínuo. Un viceversa que esta vez nada tenía que ver con Benedetti.

Elegir entre seguir viviendo la desesperación con él, o la desolación sin él.  Elegí lo segundo.


Hoy estamos de aniversario, el destino marcó  la misma fecha  para celebrar nuestra unión que para apartarnos. Solo puedo celebrar lo primero, lo segundo nunca será motivo de fiesta.




domingo, 6 de julio de 2014

Nasío para "quillo"

C
Debo una entrada        larga y profunda
al niño que fabricaba lágrimas de emoción
 ante mis miradas de amor de madre derretida,
y  que ahora, pedazo hombre, hace nacer en mi, emocionadas lágrimas de amor y orgullo
 por lo enorme y hondo que ha crecido. 
Una entrada como merece  mi "quillo" 
el que ha  encontrado su clima,
su ciudad,  su lugar,
sus ganas.

Mi quillo, Carlos


B
Debo otra    entrada a Bea,
la rubia natural de Tolavisión,
la alegría de nuestra huerta,
nuestro camino,
y nuesta sala;
nuestro cascabel  de metroymedio
 con sonrisa de destrucción masiva,
a la que echo mucho de menos
desde que cambió
todo el tiempo del mundo en Faxilde 
por 75 minutos semanales
 en Canal Sur.



Bea y Carlos


J & G

Y otra más,
no se ni cuánto de grande,
 a Javi y Geli,
los amigos de siempre y para siempre,
los tranquilos e ilusionantes facilitadores,
que hicieron posible mi escapada al sur.
Por decidir viajes  en tres minutos, 
Por olvidar los gayumbos y volver a por mis gafas,
por hacer todo sin prisa y con ganas
 Por lo fácil y cómodo en que se convierte cualquier cosa, 
por los miles de kms "pabajoyparriba"
 por sonreír todo lo que  haga falta,
Por la pacienciay  por la intuición
por las ventanas cerradas,
por los brazos abiertos
por todo y por...
porque sí.


Javichín y Geli




A, C, T...
Y al Alamillo
y a Los Caños
A Vejer de la Frontera 
y a Trafalgar.
porque sin ellos no hubiera podido estar.

(A Barbate ni de coña, ¡menudo concello capullo con las autocaravanas, que les den!).

También a la flor en el culo
a la hora de aparcar  nuestro armatrostre
 en la noche sevillana :)


S

Y una entrada más debo a Sevilla
por acoger a mi hijo, y a su sangre de reptil,
 con su buena temperatura y su buen humor.
Por dejarme aparcar y respirar a la orilla del Guadalquivir
¡frente al puente de Triana sin mascarilla!
Por preñar  de plata la luna para esas noches y las jacarandas de morado para esos días.
Por mostrarme las flores de mimosa más grandes que vi en mi vida.
Por hacerme sentir libre y capaz
por permitirme abrazar a mi hijo mientras ella lo hace feliz.
Por regalarme un verano que aquí todavía no se acaba de instalar.
Por hacerme vivir lo que ya sabía.





























sábado, 15 de febrero de 2014

Sés - Boto en falta en unha ilusión (Principal de Pontevedra)






Boto en falta unha ilusión
Que me reconvirta en min
Que, sen querer, me perdín
Pensando que me salvaba
Boto en falta a quen amaba
E aquel tempo que soñei
Estando esperta e pensei
Que de ti me alimentaba.
Boto en falta a túa voz
A túa cara e a alegría
As horas devaluadas
E até a túa covardía
E non son quen de lembrar
As navallas e as mentiras
E non se asenta o rancor
E de min non te retiras.
Hoxe xa non hai dor
Xa non choro berrando
Mais hai medo de sentir
E de non voltar sorrir
E de seguirte esperando
Hoxe xa non hai dor
Non hai sangue brotando
Mais hai medo de sentir
E de non voltar sorrir
E de seguirte esperando
A tristura xa marchou
Colonízame a desgana
Eu que tiña fe pagana
En ser fénix e voar
E coa forza do espertar
Abrazar o vitalismo
Espertei no mesmo abismo
Máis valera non soñar.

Se por volverte bicar
Sucumbise aos meus instintos
Se de todos os delitos
Cometese o de voltar
A fatiga e o penar
Sufriría resignada
Porque vivo condenada
A non poderte olvidar.






viernes, 14 de febrero de 2014

martes, 28 de enero de 2014

Con el arte a cuestas...



El que lo lleva dentro no puede evitar sacarlo afuera:

El arte vive adherido a nuestras cascadas químicas buscando el camino por donde aflorar.

.

Crear es como vivir siempre en primavera


O siendo más prosaica:
como rascarse, si empiezas no puedes parar.


La más sedienta de todas las sedes.


La más hambrienta de todas las hambres 


 la más adictiva de todas mi adicciones,

 

                                              
incluso más adictivia que tú (en el tiempo, en el espacio y en... la intesidad)  






  Creaciones de Javier Perez
  un creativo ecuatoriano al que se le escapa el arte en cualquier parte.  Talento, imaginación, capacidad...


Sés - Milonga de aquí





Uno de mis  himnos en este "treito traicioeiro" (trecho traicionero)

Sés: 

Musicaza, letrista diez, tocadora de las cuerdas más dificiles de tocar: las del soul and  heart. 

 Corazón de barrio, cuerpo gerrero, mente erudita. Dulce y brutal a la vez.

 Si tuviera que buscarle un sobrenombre sería "la resucitadora". 
 Sés, La Resucitadora, porque es capaz de hacer revivir las ganas más difuntas y oxidadas.

La espero...




viernes, 24 de enero de 2014

Cambio de Loock


Las horas se han vuelto grises, el mundo, el cielo, la tierra, la casa, las flores, los troncos, las mariposas, el gato; lo que creo, lo que escribo, e incluso lo que toco.
Me siento como si fuera la Reina Midas del gris. 

Desde el gris de esta etapa de muros y tabiques grises que parecen  empeñados en cerrarme cada salida por la que reencontrar al mundo del color, he decidio armarme de  pinturas grises y pintar el universo gris putada de gris "cenizaesperandoarenacerporaskdfagésimavez".
Sentir en  gris también puede ser hermoso y  plácido, siempre que crea firmemente que a pesar de estos pesares el  color lo romperá.

De esta etapa viene este cambio de loock del verde prado al gris "lacosaestáasí".